Dra Leslie G
Deja de comer tus emociones.
¿Cuántas veces has comido por aburrimiento o por estrés?
Algunas veces sentimos un vacío en el cuerpo que lo identificamos como hambre, sin embargo, podemos llegar a confundir nuestras emociones con la necesidad de comer.
El hambre emocional se refiere a la necesidad que sentimos por comer, cuando en realidad no sentimos hambre física, buscamos canalizar nuestras emociones, entre ellas la ansiedad, frustración, estrés e incluso aburrimiento y felicidad, a través de la comida.
La comida puede convertirse en un alivio temporal a una emoción. Esto sucede porque después de saborearla, nuestro cerebro segrega una sustancia llamada dopamina la cual produce placer momentáneo.
A continuación menciono algunas diferencias entre hambre física y emocional, con la intensión que reconozcas que tipo de hambre te motiva a comer:
Hambre Emocional
Llega como un relámpago
Necesita ser satisfecha inmediatamente
No te das cuenta de cómo, cuánto o qué se está comiendo
Está dirigida a cierto alimento para satisfacerla
Te hace sentir culpable
Es el resultado de una situación emocionalmente dolorosa o negativa
Llega como un relámpago
Necesita ser satisfecha inmediatamente
No te das cuenta de cómo, cuánto o qué se está comiendo
Está dirigida a cierto alimento para satisfacerla
Te hace sentir culpable
Es el resultado de una situación emocionalmente dolorosa o negativa
Cuando se es comedor emocional la única forma de cambiar ese habito es reconocer que nos motiva a hacerlo y buscar otra rutina que nos permita obtener la misma recompensa.
Te recomiendo que cuando sientas el impulso de comer emocionalmente pon tu cronometro 5 minutos y durante ese tiempo, distrae tu mente con alguna actividad saludable. Por ejemplo:
Tomar agua
Utilizar una pelota anti-estrés
Respirar profundo
3 series de 15 sentadillas
Salir a caminar
Después de que pasen los 5 minutos, pregúntate:
¿Aún siento el deseo de comer?
